¡OH, PEQUEÑO DIABLILLO DE LAS
HORAS!
Ni encuentro
en qué parar ni hallo descanso,
¡oh,
pequeño diablillo de las horas!
Por
comprender qué pasa he sido manso,
y no
son estos tiempos de demoras.
Me
entorpeció la vista la tristeza
y me
puso en la voz notas amargas.
Quise
las cosas llenas de tibieza.
Y las
mujeres, con las piernas largas.
¡Oh,
pequeño diablillo de las horas!:
¡oh,
tictac imponderable y suicida!,
¡oh,
voces que gritáis, agitadoras!
¡Haced
de la ciudad un lugar grato!
¡Y de
la tarde, un pedazo de vida!
¡Y de
esa condición, el arrebato!
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by tx1sk0
'Poemas Irredentos'
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