NOSCE TE IPSUM
Cada uno
aplíquese a sí mismo
un buen
giro de ciento ochenta grados,
deje de
lado todo formalismo
y
dirija hacia sí sus desagrados.
Que yo
me ocuparé de que no huya
el
cervato de mis boscosos sueños,
que no
lo incordien sus dudosos dueños
y que
su bondad inherente fluya.
Cada
misión, cada comedimiento,
cada
sueño, cada cota de vida
me
dirigen hacia el despojamiento,
a la
desfloración, en los contornos
de mi
cuerpo y en mi frente partida,
hasta
quedar suplidos los adornos
por una
suficiente fe de vida.
_____________________________________
Todos los
derechos reservados salvo copyleft
'Poemas Irredentos'
No hay comentarios:
Publicar un comentario