MUCHAS TARDES DE SOL EN LA
DEHESA
Nunca se
vio tanta galantería
y tanto saber estar omnímodo,
plural,
de estampa milagrosa,
satisfecho
mamífero
con
pliegues en las ropas
que
licenciado viste.
Será
este desgraciado objeto de envidia,
será su
verde el del toro de lidia,
llegará
en son de paz
y le
lloverán palos,
y el
daño de la insidia.
No es
pasarse de listo lo que hace
mala a
una persona determinada;
porque uno
huye no ha de haber estampida;
y mira
ya el ternero cómo pace,
con qué
herbívora paciencia traspásase
una
formulación desencarrnada,
ternura
que nos hace
querer
a todos
muchas
tardes de sol en la dehesa.
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beingbang
'Poemas Irredentos'
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