Imagen: Amadeo Modigliani
EL ESTADO DE LAS COSAS
Si alguna
vez siento que soy magnífico,
¿quién
soy yo para convencerme de lo contrario?
Alguna
compensación kármica por los malos ratos,
creo yo
poder alegar, juez de mí mismo
clementemente
inclinado a la inocencia.
Voy como
un equilibrista ciego,
confiando
en la cuerda floja y el contrapeso
y en el
cuerpo distenso y el ensayo
previo
a mi ceguera.
A
tientas me abro paso por oscuros parajes,
indómito,
crecido, voraz como la ausencia,
en
estado silvestre, pleno de fuerza, rico.
Hasta
allá llego donde no me contengo,
donde
me sobrepasa lo que quiero
—un
pequeño intervalo de un segundo—;
yo sé
dónde no llego.
Pero me
siento bien y es la hora del baile,
voy a
pasarlo bien, no a registrarme.
Me voy
de fiesta por toda la noche,
a
festejar que estoy vivo,
a
celebrar el estado de las cosas,
su
parte buena, según yo la concibo.
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by tx1sk0
'Poemas Instantáneos'
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