viernes, 12 de diciembre de 2014

¡QUÉ POCOS DESCONCIERTOS!
















Imagen: Antoni Gaudí



¡QUÉ POCOS DESCONCIERTOS!



¡Qué pocos desconciertos, cuánta suficiencia!
¡Cuánta seguridad, cuánto reclamo!
No damos ocasión a la aventura,
nada nos colma,
y yo no quiero ser el secretario
de una rendición,
un compromisario.

Dejad que en rebeldía declarado
asomen mis defectos, y mis taras,
que llore por los bares mi soledad de monje,
dejad que no resulte escarmentado
por el viento del norte,
que a veces parezca que no vienen a cuento
mis insensateces, mis golpes.

Porque el rumor no es falso algunas veces
no son menos falsos los demás,
pero hay que purificarse a veces,
arriesgarse a veces, aventurarse,
amar…

Por eso escribo versos autorreferidos,
ecuaciones despejadas de incógnita,
neologizo, brindo al sol,
me doy con las letras agramaticalizado,
obvio,
decidor de verdades por pasiva,
servidor del sin voz
—perdónemme la mística—,
entregado aventurero caudal de la poesía…

Medito, y me atraviesa un clavo la frente,
pero no hay dolor en la escena.
Hay un paisaje diferente, una situación nueva,
una nueva forma de pensar las cosas,
anterior en muchas cosas a ellas.
No se aprecian peligros insalvables.
Sabré decir del insondable reino
al que me entrego,
espero ser testigo
de un afloramiento,
de una floración
inusitada.


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by tx1sk0
'Poemas Irredentos'

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