Imagen: Salvador Dalí
LA CABEZA FRÍA
Lo objetivo
persigo:
la faz
y el fulgor de los objetos,
su
dinamismo.
Quiero
decir la matrícula del coche
que
tuvo un accidente.
O,
también, la sordidez reinante
en
juzgados y audiencias.
O que
Saturno tenía hasta ayer
31
lunas, que sepamos.
Necesito,
por otra parte, tocar
muy
bien las cosas,
simpatizar
con sus arcanas mitologías,
asimilar
sus reacciones.
Y
recrear simulaciones y avatares
con la
mano caliente
y la
cabeza fría.
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'Poemas Instantáneos'
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