Imagen: Equipo Crónica
ESTOY TAN LEJOS DE TODO
Me cuesta
reaccionar, estoy lejos de todo,
hasta
que no estoy en casa no aflojo
toda la
tensión acumulada
en el
trato con el bicho humano de cerca, en vivo,
y sus
numerosas componendas para vivir
dando la
espalda a la realidad más terca.
Tengo
una costumbre para cada valencia,
unas
seguridades domiciliadas
ahí
donde duele más, donde habita el olvido,
donde
apenas se levanta la voz por si despierta
algún
infierno oportunista; tengo también
el oído
hecho a la soledad, y el corazón
bien, a
Dios gracias, y la boca muy grande;
tengo
allá donde esté mi residencia;
tengo
el cuerpo en hermosa floración,
y en un
momento puedo descender al mundo de los hombres
a
respaldarme y declararme mío,
con mis
despistes, mi torpeza social, mi bipolaridad…
¡Que no
sé yo qué puedo hacer de bien en aquello!
Pero
hombre soy —me respaldo y declaro—
de nobles
atributos, de palabra cumplida,
hombre
por concepción, por nacimiento y por carrera,
preciosa
vida de hombre que se basta,
según
creamos por qué estamos aquí,
para
bien y para mal,
pero se
gasta
ya nos
hinchemos de decir basta;
pasaremos
—figura, telón de fondo—,
quedará,
por ejemplo, este poema
que no
recuerdo cómo empecé,
y que
finalizo habiendo dado gusto a mi conciencia.
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beingbang & tx1sk0
'Poemas Irredentos'
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